Y llego ese gran día esperado por toda la promoción, llenos de alegría, entusiasmo y mucha intriga sobre como pasaríamos estos 3 días alejados de todo y dispuestos a aprender y divertirnos, nos reunimos ese 6 de abril a las 2 de la tarde a las afueras del colegio. Todos con sus maletas, y en ellas todo lo que creían necesario o tal vez no tan necesario para pasar estos tres días al máximo.
El viaje hasta nuestro destino de llegada, fue emocionante, se sentía ese gran entusiasmo que todos teníamos y esa gran expectativa de pasarla bien. La tarde se nos hiso corta, fue llena de sorpresas al llegar al lugar de nuestro retiro, nos revisaron maletas, y nunca olvidare la cara de todos al ver que sus maletas revisaban, unos corrían a sacar los dulces que habían escondido, otros solo molestaban y se reían, nos hablaron y nos dieron la bienvenida llena de mucho amor y afecto, que nos hiso sentir a todos muy importantes.
La fiesta de esa noche, estuvo fantástica, todos la disfrutamos, bailamos, molestamos y lo más importante compartimos todos juntos, y aunque algunos no hayan hecho caso y sin querer se les fue metidito en la maleta algo que no podíamos llevar, se vivió todo en calma y los problemas que hubieron no fueron de gran magnitud.
Los días se nos pasaron tan rápido, pero tan llenos y completos de cosas, emociones y miles de momentos hermosos.
Lloramos, reímos, gritamos, jugamos, corrimos, y vivimos momentos llenos de adrenalina.
Aprendimos muchas cosas, que tal vez nunca nos habían dicho, entendimos otras que no entendíamos, y comprendimos que mucho de lo que hacíamos diariamente no estaba bien.
Para muchos el retiro sirvió de reflexión, y nos dejo pensando muchas cosas de la vida, para otros solo fue un paseo lleno de diversión, pero gracias a DIOS todo salió como esperábamos, fue una aventura mas en nuestra vida y siempre quedara en el recuerdo de cada uno de nosotros.
Johanna Andrea Miranda Meneses.
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